¡Hola alumnos de 4º!
No se me ocurre mejor forma de daros la bienvenida que recurrir a esos versos de Gustavo Adolfo Bécquer que estuvimos leyendo esta mañana en clase y que tantas reflexiones suscitaron.
Os deseo, en este último año de vuestra educación obligatoria, que encontréis cada uno el genio que lleva dentro para que vuestras vidas sean siempre fértiles y satisfactorias.
RIMA VII
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
—¡Ay! —pensé—; ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: «¡Levántate y anda!».
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